jueves, 31 de marzo de 2011

Mascotas y por qué no tener vecinos.

Siempre está el amigo ese, que con un comentario siniestro acerca de la soledad de vivir solo, te convierte en deseo la tenencia de una mascota. Por ende, comenzás a hacerte de ensoñaciones diurnas, te imaginás acariciando un gato gris mientras mirás una película romántica y comés pochoclos en la cama, caminando por la costanera con un Bull Terrier, poniendo en el bolso uno de esos perritos de moda, chusmeando vidrieras mientras llevás atún para un gato blanco, o buscando chalequitos para esos gatos sin pelo, o mirando peceras para que se yo, una estrella de mar, o algunas de esas cosas que se nos ocurren a la hora de idear una mascota.
Bueno, resulta que la vida de estudiante, no es como uno se imagina, que te tirás piolas en la cama a leer un librito, mientras tu gatito (en mi caso) come atún y te sirve café, en realidad implica limpiar, ordenar, tirar lysoform cada media hora, levantarse, estudiar, limpiar, estudiar, ir a la facultad, llegar cansado, limpiar de nuevo, cocinar, comer, estudiar, limpiar después de comer, estudiar, y cuando te vas a acostar lo ultimo que querés es que a tu gata le de hambre o se le ocurra cruzarse al balcón vecino.
Y esto, no es nada, porque al menos, desaparece ese sentimiento de "soledad" o de "ausencia" tan grande que te deja mirar a la pared vacía, blanca, cuando hablás por teléfono con tu vieja, y le decís: Si, bien, bueno, dale! Yo también, bueno, dale! dale! Bueno, mamá, dale. Besos, yo también. Chau! Pero, como el humano es ese ser tan generoso, solidario, que busca el bien común, tenés vecinos que son tan mala leche, que se quejan por el olor a gato, que al final, te lo fumás vos sola en tu departamento. No es que yo no quiera a mis vecinos, NO! nunca los odiaría, si ellos son divinos, te ponen la música a toda PUTA cuando querés estudiar,  te dejan el ascensor abierto cuando tenés que subir al 5to piso, tienen perritos que ladran, vecinas que cogen con furia, no! pero que los voy a odiar, si ellos me hacen feliz, y más que nada, cuando quieren echar a lo único que más o menos te saca de la deprimente vida de estudiante.
Mascotas! Y por qué no tener.... VECINOS! la verdad, más clara que la nota gigantesca que me dejaron en la puerta sobre los olores de mi gata.

P/D: Tora, hija te amo.

1 comentario:

  1. jajajajaja.......!!! te sarpaste lulipop! jaja... me mori de risa!!

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