Para hablarte,
Habría que escribirte al oído
Tendría que crear un ritmo entre ron y orgasmos silenciosos
Crearía problemas que se resuelvan en guerras de pieles,
En fronteras rotas y tiempos sin descanso ni razón
Vos sabés que hay cosas que superan a la razón
Que son como un quejido leve que llama la atención
Vos sabés que tu instinto no te falla,
No se calma y no se calla.
Vos podrías parar las horas
Y echarte a dormir desnuda en el balcón
Vos podrías hacer lo que quieras.
Martín Costadoat
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