miércoles, 14 de enero de 2009

Traffic Light




En lo que consiste vivir, hay momentos de estos, en los que tenés el semáforo en rojo, y no hay nadie que te diga QUE NO PODÉS DETENERTE, más que tu consciencia replicándote.

Y yo te pregunto, amigo lector, cuán valiente te creés para hacerlo.

Dónde están tus ojos, que te permiten distinguir el paso del tiempo; y ahora se niegan a un STOP.

Pensalo, quizás haya más de cierto en un ente ABIÓTICO que en tu mente tan escandalizada.

A ver, poné esta situación: Dos personas discuten sobre un sinfin de sinsentidos hablando sin verguenza, y sabiendo que nada de lo que digan será productivo. Y del otro lado, poné dos sabios que empiezan cordialmente a debatir, sus diferencias, e intentan llegar a un acuerdo para total conformismo.

¿Qué pensás que dicen del semáforo en ROJO?

¿Sabés qué? Nada. No todo tiene que tener sentido.



Si no entendiste, te recomiendo, que dejes de leer cosas incoherentes como estas; o que limpies los platos. Es arbitrario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario